Que tema más extenso la educación de los hijos, pero nadie podrá dudar, que muchos de los problemas que hoy vivimos, como la drogadicción, la delincuencia, las faltas de respeto, la infidelidad, indudablemente recae en la responsabilidad y atención de los padres, y nos preguntamos ¿Qué está pasando?

Hoy la dignidad de la familia no brilla como debería de brillar, hay muchas ideologías que han entrado a nuestros hogares. Por ejemplo, cuando corregimos a un hijo, tal vez lo hacemos con miedo, con ese miedo de que se pueda traumar, no estamos seguros cuando lo regañamos, cuando nos dice que todos los chicos lo hacen, cuando más parece que se hacen las normas por mayoría de votos que por convicciones ideología que nos dice permite que tu hijo haga lo que quiera, y nosotros no sabemos ni que responder.

Cuando en nuestra casa hablamos de dinero, ¿de qué tamaño es el problema? Hoy parece que todo gira en torno al dinero, y yo no quiero decir que no es importante, pero hoy es lo más importante, hoy el marido llega furioso, por problemas de dinero, al hijo se le castiga, y ¿Cómo? Con dinero, “hoy no te doy dinero”, el dinero se torna en el rey de las relaciones, y siempre hay problemas en torno a el, nos hemos dejado influenciar por esa ideología, y hemos perdido de vista que hay cosas más valiosas que el dinero.

Lo primero que debemos manejar es “UN HIJO ES UN DON”, un regalo, debería alegrarnos siempre, debería ser lo que como matrimonio nos une, pero……… ¿Es así?, ¿Siempre vemos a un hijo como un regalo?, ¿No lo veremos a veces como una carga, como un estorbo? Y me pregunto ¿No se mete en los problemas de mamá y papá?, ¿No será esto el motivo de que muchos de nuestros hijos vivan pleitos, problemas, dificultades en el hogar, y ellos solo sean el reflejo nuestro? Entendamos de una vez por todas, o nuestro hijo es un don, o será todo lo contrario, y es por que ellos lo viven, si quieres que tu hijo sea feliz, empieza por preguntarte ¿Lo acepto?, ¿Lo he sabido educar?, ¿He tenido miedo en darle alguna orden, algún consejo? Mi hijo ¿Llena mi vida?, ¿Estaré dispuesta a dejarlo ir?, ¿He educado su libertad?, ¿Sabe elegir?

También tendremos que recordar que nuestros hijos son ÚNICOS E IRREPETIBLES, y eso quiere decir, que no podemos hacer comparaciones ni entre hermanos, ni con el hijito del vecino, único, es decir que tiene una misión, él solo, dada por Dios, y que Dios tomará en cuenta, le pedirá cuentas, irrepetible es que nadie nunca será COMO ÉL, QUE SOLO ÉL SERÁ CAPAZ DE DEJAR SU PROPIA HUELLA, y esa huella será buena o mala dependiendo de él, y de la educación y de los valores que le habremos dado, que será mucho por nuestra cuenta, el que ellos puedan después ser felices a todo lo contrario, que sepan encontrar el camino del bien, o todo lo contrario.

Tal vez te quejes de que no comprendes a tu hijo, y hoy te pregunto ¿no será, padres de familia, la falta de cariño verdadero, el afecto hondo, y auténtico, lo que nos impide comprender a nuestros hijos, lo que nos lleva a repetir continuamente, en tono derrotista y de protesta, “no hay manera de entenderlos”?, ¿No será que queremos que sean como nosotros, que piensen como nosotros y que tal vez repitan nuestra propia vida?

Por ello, eduquemos con amor, con alegría, seamos sus amigos aunque seamos más sus padres, aceptémoslos con toda la inteligencia, y con todo el corazón, eduquemos con mayúsculas, eduquemos para su bien, son decir para el de ellos, no para el nuestro, para su felicidad, no para la nuestra, enseñémosles a meditar, a interiorizar, a pensar en las cosas trascendentes, en que su mirada los lleve a Dios, que aprendan a ser obedientes, y que sepan estar unidos, unidos entre ellos, y unidos al Señor, unidad y obediencia con Dios.

DIFÍCIL EL TEMA, Y MÁS DIFÍCIL PARA UNOS CUANTOS RENGLONES, por ello te invito a prepararte, a estudiar, pero sobre todo a recordar, que lo más importante de esta vida, ES LA OTRA.

Fuente: Lic. Maruca Serrano de Ortega