Familia

Ponerme DIU ¿yo?

Norma Barba

Abortos, embarazos ectópicos (fuera de útero), infecciones pélvicas severas, perforación del útero de la mujer y hasta la esterilización son solo algunas de las consecuencias por utilizar el dispositivo intrauterino (DIU) como método de larga duración, mal llamado anticonceptivo.

Pese a ello, en México desde 2008 es el método de control natal más utilizado por las mujeres de acuerdo con una la encuesta realizada por el Gabinete de Comunicación Estratégica.

Este artefacto en forma de T o de U, de material plástico o cobre, con hormonas o no, colocado en el útero y que evita la implantación del ser humano ya concebido provocándole la muerte era recomendado en el sector salud hasta 2011 bajo dos criterios, debido a sus riesgos y consecuencias:

Primero, solo para mujeres adultas y segundo, como método de emergencia en caso de violación o de relaciones sexuales sin cuidado dentro de los primero cinco días a fin de desechar al bebé en caso de concepción.

Sin embargo, irónicamente, desde hace cinco años, se empezó a promover en menores de edad, incluso por colegios de pediatría de diversos países, entre ellos Mexico y así ¨tratar a las adolescentes como adultas, tal como lo recomienda el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) desde 2012.

Con lo que se incentiva una vida sexual a temprana edad, a pesar de no ser recomendada por los mismos especialistas y a generar consumidores por más tiempo y de más productos que generen riquezas para quienes las promueven.

Campañas como “Ponte el DIU” y “Doble es Mejor”, impulsadas en Mexico por la asociación internacional DKT (conocida por la venta demás de 604 millones de condones y 5 millones de DIU en 22 países) promueven, como ellos mismos lo señalan en su página web: el cambio de hábitos de los adolescentes para consumir no solo un método sino dos.

Pues de acuerdo con los criterios sociales y de salubridad, los dos grandes males de tener relaciones sexuales, es ser madre sin planearlo o infectarse de enfermedades de transmisión sexual, olvidándose qué hay uno aún mayor aunque no se vea a simple vista: la reducción de la persona a cosa.

Debilitando lo que el Papa Francisco reconocía en su visita a México como la riqueza de nuestro país: los jóvenes. Convirtiéndolos en presas de mercenarios que engañan con la bandera de la falsa libertad que presupone los beneficios y no las consecuencias de los propios actos.

Por todo esto la Iglesia Católica a través de los documentos Donum Vitae, el catecismo y algunas encíclicas, reprueba categóricamente el uso de métodos artificiales de control natal y anticoncepción, considerándolos moralmente reprobable.

Aún así ¿te atreverías a ponerte el DIU o recomendarlo?

Hablemos con verdad, hablemos de a sexualidad en el amor y la responsabilidad.

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