Espiritual

Y tú… ¿eres rico o pobre?

@Maruca Serrano

Todos sabemos que rico es aquel que posee muchos bienes y pobre es quien tiene pocos bienes o no los tiene en absoluto. Entonces ¿qué es ser rico o qué es ser pobre?

Pobre serás si al terminar este año no sabes agradecer por lo bueno y por lo que llamamos malo, porque después de todo, lo malo cuando se ve con verdadera luz, siempre humanizada.

Pobre serás, si no has podido mejorar la relación con tu marido o con tu mujer, si has perdido los bienes para dedicarlo a “tus cosas”.

Pobre es aquel quien se empeña en ver el dinero como único bien, perdiendo el valor que realmente tiene.

Pobre será el que solamente tiene dinero, el que no puede poner un alto a su avaricia, a su poder, y se justifica diciendo “no solo es para mí”. Pobre, porque teniendo TODO, no tienen NADA

Pobre de aquel que ha perdido una amistad por no ceder un poquito, por amargarse la vida con tonterías, por no saber perdonar.

Pobre será el que por su culpa se divide la familia, quien crea un resentimiento, o no quiere poner de su parte para mejorar las cosas.

Pobre de aquel o aquella que transmite su dolor , amargura o inconformidad a sus propios hijos, aquel o aquella que los usan como instrumentos de apoyo, aquel o aquella que no le interesa más que los que viven a su lado sepan mucho que éste sufre.

Pobre, pobre de corazón, el que se deja llevar por la envidia, aunque la justifique con razones inútiles, el que se pasa la vida comparándose, olvidándose, que fue creado como irrepetible, el que se ha dejado llevar por el odio, alegando que “es por su bien”.

Pobre es el que “no puede perdonar”, el que “no puede olvidar”, el que “no puede ser humilde”, el que “siempre tiene la razón”, el que “todo lo exige perfecto”, el que “se olvida que vive con humanos”, el que “se pasa la vida criticando”, el que “somete a todos en un severo juicio”, el que “juzga siempre desde “yo””, el que “no puede ser amable”, el que “de todo se queja, critica y enoja”.

 

Permítenos Dios, no caer en la peor de las pobrezas. EL YA NO VERTE en todos los actos de la vida y que mientras vivamos, demos gracias de los bienes materiales, muchos o pocos, y que sepamos, que hay otros bienes que son los que nos hacen INMENSAMENTE RICOS.

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